17 de junio: Paso a la inmortalidad del Gral. Güemes

Texto elaborado por el Departamento de Lenguas y Literatura.

Yo no pretendo ni glorias ni homenajes, yo solo trabajo por la libertad de mi Patria.

Martín Miguel de Güemes

Martín Miguel de Güemes fue el hombre que durante años, con sus tácticas guerrilleras, sería la pesadilla de los ejércitos españoles. Fue un gran colaborador en el proyecto emancipador del general San Martín, un innovador estratega militar y amigo de Manuel Belgrano. Su vital tarea de contención y distracción de las tropas españolas resultó imprescindible para encarar el cruce de los Andes y desarrollar con éxito la campaña libertadora.

Las tácticas guerrilleras de Güemes cobraron fama mundial y han sido objeto de estudio en academias militares internacionales. Güemes reclutó un ejército de milicias gauchas de alrededor de 6.000 hombres. Organizados en partidas, los grupos hostigaban a los realistas con golpes relámpago, emboscadas y sabotajes.

Apodados “el ejército infernal”, todos eran voluntarios: desde los “changuitos” que apenas podían montar hasta los viejos baquianos, desde las mujeres que formaban una eficiente red de espionaje, hasta los curas gauchos que usaban los campanarios como torretas de vigías y sus campanas como alarma ante la presencia del enemigo. Todo un pueblo en armas. Machetes, lanzas, azadas, boleadoras y unos pocos fusiles y carabinas eran las armas de aquel pueblo que aprendía, junto a su jefe, que estaban solos para enfrentar al ejército que acababa de vencer a Napoleón.

Las palabras de Bartolomé Mitre sintetizan el merecido reconocimiento hacia uno de los principales héroes de las guerras de independencia, quien concretó una de las gestas clave en la defensa de la libertad de la patria:

Así terminó esta famosa campaña, la más extraordinaria como guerra defensiva, ofensiva, la más completa como resultado militar, la más original por su estrategia, su táctica y sus medios de acción, y la más hermosa como movimiento de opinión patriótica y desenvolvimiento viril de fuerzas, de cuantas en su género puede presentar la historia del nuevo mundo. (…) el caudillo que la dirigió en esta desigual y gloriosa lucha se hizo acreedor a la corona cívica y a la gratitud de sus conciudadanos. Los honores que en vida se tributaron a Güemes fueron merecidos… realza la gloria de la provincia de Salta, hace honor al desinterés de su caudillo, que poseyó esa virtud en alto grado, sin lucrar con el gobierno, y aplicó todos los recursos públicos y privados al servicio de la causa de la independencia argentina.

Fuentes consultadas

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